1. RETURN - TDV Capítulo 3
Capítulo 3
Bonnie Bennett: ¿Cómo
es que tienes tantos grimorios? – Pregunto Bonnie mirándome nerviosa.
Mina: Fui amiga de una Bennett.
– Le expresé pasándole otro libro. – Se convirtió en un pasatiempo divertido.
Bonnie Bennett: Por
lo que he oído, eres bastante vieja. – Me miró de reojo.
Mina: Mucho. – Asentí. –
Pero no es cordial preguntarle a una señorita su edad.
Bonnie Bennett: ¿Conocías
a Klaus? ¿Lo viste?
Mina: Sí, conozco su
cara si eso es lo que preguntas. – Cerré el grimorio de golpe. – Y también
conozco sus intenciones y su corazón de hielo.
Bonnie Bennett: No
encuentro nada útil. – Suspiro Bonnie resignada. - ¿Segura que esto es todo lo
que hay?
Mina: Deberían estar
agradecidos. – Rodee los ojos. – Después de que Elena convenciera a Rose de
buscar a Slater y tener a Elijah a la par, ustedes dejan a Rose fuera de
peligro y yo los ayudo en lo que pueda, ese es el trato.
Me había llevado un gran susto cuando Rose apareció en
el apartamento realmente asustada por encontrarse a Elijah.
Bonnie Bennett: Tú
y Rose… pueden irse en cualquier momento, seguir huyendo, ¿por qué siguen aquí?
– Pregunto Bonnie mirándome de lado.
Mina: Es una promesa que
le hice a Rose, después de lo que pasó con Trevor… quiero que ella sea de
verdad libre. – Le pase el grimorio. – Aquí hay algo, puede servir.
Camine entre las calles oscuras de Mystic Falls cuando
lo escucho. Detengo mi paso y miro a mis espadas exasperada.
Mina: Sé que me sigues.
– Le indique seria.
Lentamente Elijah apareció detrás de uno de los
callejones a mi derecha.
Elijah Mikaelson: Me
temo que debemos terminar con lo que dejamos la última vez. – Indicó cordial
sin mirarme a los ojos.
La incomodidad es notable.
Mina: El hecho de que
Klaus aún no esté aquí, es porque no le dijiste. – Retrocedo cuando está muy
cerca.
Elijah Mikaelson: Preferiría
escucharte antes. – Sus ojos son escrutadores. – Quiero que me digas
exactamente qué pasó esa noche.
Cree que puede hipnotizarme, después de todo para él
solo soy un vampiro más.
Mina: No funcionara. –
Ruedo los ojos. – Ustedes los originales siempre lo hacen así, a la fuerza. –
Mi rostro se endureció - ¿Quieres saber que paso? Los escuché esa noche, lo que
hablaron, sobre Tatia y el usarme para el sacrificio.
Elijah Mikaelson: Me
lo imagine. – Murmuró tenso. – Niklaus suele ser imprudente.
Mina: Y un idiota
ególatra. – Asentí. – Era aún una ingenua, creí en ustedes, pero eso ya no
volverá a pasar.
Estoy lista para desaparecer, y dejarlo de lado cuando
toma mi mano con fuerza, me obliga a mirarlo, el fuego ruge en sus ojos, está
molesto.
Elijah Mikaelson: Voy
a asesinarlo. – Me asegura. – Solo quiero saber si tú quieres incluirte en el
plan. – Lo miro sorprendida. – Te hizo daño, intento usarte, ¿no quieres
vengarte?
Rio divertida por la situación.
Mina: ¿Asesinarlo? – Me
muerdo el labio. – Valla que me sorprendiste, ¿qué hizo ahora para tenerte tan
molesto?
Elijah Mikaelson: Se
metió con toda nuestra familia, no voy a perdonarlo. – Insto.
Me solté de su agarre de golpe.
Mina: No me hagas reír
Elijah, tu siempre le terminas perdonando. – Exprese resentida. – Incluso
después de mi supuesta muerte volviste con él, ¿no se suponía que me amabas con
locura? – Esta vez hable con lentitud acercándome demasiado a sus labios.
Elijah Mikaelson: ¿Eso
es lo que pasa? – Negó. – Te duele que no culpara a mi hermano por ello.
Mina: Tal vez me duele
haber escogido al hermano equivocado.
Así es, lo dije, ese fue mi error, haber escogido a
Klaus.
Elijah Mikaelson: No
hables sobre eso. – Me pide él esquivando mi mirada. – No ahora.
Recuerdo todo, los momentos en que ambos eran unos
caballeros, en que ambos luchaban por tenerme a su lado… y el trágico y
horrible final.
Mina: Bien, entonces tendré
que hablar sobre tu plan. – Asentí. – Se supone que vas a matar a Klaus, si no
logras hacerlo, entonces tendré que entrometerme, y créeme, yo sí lo haré.
Al final, Elijah terminó por contarme el tierno trato
que había hecho con Elena, así que la primera estación a la que nos dirigíamos
era las ruinas de la iglesia, donde se encontraban Katherine y Stefan.
Se me hacía tierno que Elena decidiera ceder su vida
tan fácilmente por el bien de sus amigos.
Elijah Mikaelson: ¿Es
aquí donde se supone que está, Isabela? – Pregunta Elijah a cierta distancia.
Mina: Estoy segura de
que sabes muy bien que ese no es mi nombre. – Exprese rodando los ojos. – Llámame
Mina.
Elijah Mikaelson: Lo
siento, olvide la cantidad de mentiras que nos dijiste. – Añadió cordial
mientras pasaba a mi lado.
Así es, en ese entonces me había hecho pasar por una
chica rica que se hospedó una temporada en su hogar.
Mina: ¿Estas resentido,
Elijah? – Reí irónica. – Viniendo de ti, me causa gracia, tu hermano y tu solo
me tenían cerca para el sacrificio, o bueno… la mayor parte del tiempo. Pero
sí, les mentí, ¿sorprendido? ¿Dolido? La verdad, no me importa.
Elijah Mikaelson: Y
luego huiste.
Rodee los ojos.
Mina: ¿Qué te sorprende?
– Me detuve a medio paso y lo encaré. - ¿Qué querías que hiciera? Quedarme a
morir no era una opción y mucho menos los ayudaría, yo no tenía familia a la
cual cuidar como Elena, no tenía nada que perder.
Otra mentira más al catálogo, si supiera que en
realidad no hubiese funcionado, yo no hubiese podido romper la maldición.
Elijah Mikaelson: Perdona
que me encuentre sorprendido, pero no encuentro ni una pizca de miedo en ti
desde que nos reencontramos, puedo no ser tan desalmado como mi hermano, pero sí
un poco resentido.
Mina: No te tengo miedo.
– Lo encare. – Nunca he temido solo por mí, la muerte no es algo que me asuste.
PD:
en esta parte está mal redactado, y no logro saber qué quería decir.
Elijah Mikaelson: Has
cambiado. – Asintió pasando de mi lado.
PD:
sería por mi lado.
Mina: Han pasado siglos.
– Pase a su lado. – Con el tiempo se aprende.
Habíamos llegado al fin a la cueva, escuchaba las
voces de Stefan y Katherine, esperaba que se odiaran a muerte, pero al parecer
Stefan tenía demasiado buen corazón…
Mina: Hace un buen
tiempo, pero este lugar es tan depresivo. – Rodee los ojos viéndolos a ambos
aparecer en la entrada, Katherine exclamó sorprendida al ver a Elijah a mi lado.
Katherine Pierce: Elijah…
- Murmuró ella retrocediendo.
Elijah Mikaelson: Buenas
noches, Katerina. – Saludo Elijah condescendiente. – Te agradezco que me tengas
miedo. – Al final le lanzó una mirada a Stefan. – Tu salida fue solicitada.
Stefan Salvatore: ¿Qué?
¿Por quién? – Preguntó él tenso.
Mina: ¿Quién más? – Dije
obvia. – Tu querida Elena, hizo buenos tratos mientras tú estabas aquí.
Elijah Mikaelson: Tenemos
un acuerdo. – Asintió Elijah. – Por favor, ven.
Stefan le miró con poca confianza.
Stefan: No puedo. – Aseguró
él.
Elijah Mikaelson: Claro
que sí. – Insistió el original. – Levante el hechizo.
Lentamente Stefan empezó a caminar hacia nosotros, no
se sorprendió mucho cuando logró pasar la barrera.
Katherine se creyó muy lista intentando escapar, pero
Elijah apareció frente a ella.
Elijah Mikaelson: Tú,
sin embargo. – La miro a los ojos, hipnotizándola. – No saldrás hasta que yo lo
diga, cuando Klaus venga querrá saber dónde estás.
Mina: Eso sería divertido
de ver. – Me burlé.
Katherine me miró rabiosa.
Katherine Pierce: ¿Vais
a confiar en ella? – Jadeo. – No tienen idea de la clase de demonio que es…
Mina: Creo que ya has
dicho más de lo que deberías. – La mire fijamente, el tono divertido dejo mi
rostro, ella palideció al instante.
Su mirada resonó en terror, sabía que no era nada
sabio hacerme enojar.
Elijah Mikaelson: Parece
que sigues siendo la misma mujer misteriosa. – Escuché a Elijah al verme
prácticamente salir corriendo de la cueva.
Reí antes de dar media vuelta y mirarnos.
Mina: ¿No es así más
interesante? – Insinué.
Salí de la cueva y solté un enorme suspiro, ver a
Elijah y hablar con él de esa manera tan natural…
Soy tan tonta.
Mi teléfono sonó justo a tiempo para evitarme volver a
entrar en la cueva, me sentía como una cobarde por salir corriendo.
Mina: Rose, ya voy de
camino, no te preocupes… - Empecé a decir en cuanto conteste el teléfono.
Damon Salvatore: Soy
Damon.
Mina: ¿Por qué tienes su
teléfono? – Siento un horrible nudo en el estómago.
Damon Salvatore: Algo
malo paso… - Dijo con la voz medio temblorosa. – Un lobo mordió a Rose.
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